Con más de tres décadas en la montaña, Rodrigo Fica ha dejado huellas en rincones tan extremos como Alaska, Himalaya, la Antártica o Campo de Hielo Sur, que cruzó de forma longitudinal en 1998-1999(primera expedición en lograrlo).
Pero más allá del hielo y la roca, Fica también se aventura a través de las palabras, tanto en las columnas del Anticristo (que puedes leer aquí), como en sus libros.
El autor de títulos como Bajo la Marca de la Ira, La Esclavitud del Miedo o No me olviden ha publicado su más reciente obra:El Ajo de Molibdeno.
En las páginas de su último libro se habla de alpinismo, exploraciones y aventuras, con una latente ambición de discutir temas más universales como la educación, la competencia, las oportunidades, los conflictos, entre otras tantas cosas.
En esta conversación intentamos comprender qué hay detrás del libro y de la mente que lo escribió.
Aquí vamos:

PF: Has escrito varios libros, siendo el primero un relato en primera persona de aquella expedición que dio origen al primer cruce longitudinal de Campo de Hielo Sur, titulado “Bajo la Marca de la ira”; ¿que te pasó luego de publicar ese primer libro que decidiste comenzar a contar historias que, hasta el momento estaban esparcidas por todos lados? ¿Por qué el esfuerzo de reunir estos relatos y así crear una historia nacional?
RF: No fue inmediato, es decir, cuando terminó el proceso de “Bajo la marca de la ira”, no tenía ningún plan, ninguna intención de escribir nada. Creo que en ese sentido, ese primer libro obedeció a una necesidad, para mí, distinta. Como que me sentí llamado a compartir nuestra historia; entregar a la comunidad un relato de lo que fue nuestra experiencia, que no existía en ninguna otra parte. Eso era todo.
Pasaron ocho años hasta mi siguiente libro y ya había una tendencia mía a registrar, aunque fuera en un cuaderno, mis desventuras, por así decirlo.
Se dio de forma natural, pero mucho, mucho tiempo después de “Bajo la marca de la ira”.
No tenía un plan, no tenía un proyecto.

PF: ¿Qué fue lo que viste o sentiste en ese momento para empezar a escribir problemáticas globales que afectan al montañismo en Chile?
RF: De niño fui un lector compulsivo, costumbre que se desarrolló y lo llevé a un nuevo nivel en la adolescencia y después cuando joven. Con los años, a eso se sumó una no despreciable cultura cinematográfica que se consolidó en una característica mía que se puede describir de la siguiente manera: puedo identificar buenas historias.
Pueden ser de amor, de humor o inspiracionales, pero cuando estoy escuchando a alguien contando una anécdota o algo que le pasó y, a veces, en ocasiones, eso hace sonar una especie de campana en mi cerebro y decir: “wow, esa es una buena historia. Yo compraría un libro que la relatara, o iría a ver una película que tratara acerca de eso”.
Entonces, en mi vida tuve la fortuna, el privilegio de verme involucrado o haber presenciado historias que eran notables. No porque yo las hubiera vivido o visto, sino porque efectivamente eran buenas historias y cuando llegaba a ese punto surgía en mí una compulsión por tratar de registrarlas para poder compartirla con los demás.
Ese es el contexto en el que se da esta especie de historia literaria mía.
Esta manera de verbalizar, de poder explicarlo, ciertamente me tomó varios años entenderlo.
Para el año 2012, tras haber ido y venido a Himalaya varias veces, efectivamente viví una aventura. Cuando terminó, me di cuenta de que era la historia que habíamos vivido era extraordinaria, los eventos en sí eran extraordinarios.
De ahí a que yo la pudiera escribir de una manera decente es otro cuento. Muchas historias buenas son echadas a perder por quien las cuenta.
Ese fue el motor de los subsecuentes trabajos literarios que hice.

PF: A lo largo de tu vida como montañista, has podido presenciar el desarrollo (avance, ¿quizás?) de la actividad en Chile, según tu criterio ¿cuál es el estado actual de la cultura de montaña en nuestro país?
RF: Cuando se usan palabras como “avance, desarrollo o progreso”, se subentiende que es en términos comparativos, ya sea con otros tiempos o con distintas realidades.
Es en ese contexto que yo sostengo que la cultura de montaña en Chile no ha progresado o no se ha desarrollado. Más bien, se ha degradado.
Ahora, las razones de aquello podemos conversarlo otro día, son multifactoriales, pero todavía llevan a entender que Chile nunca ha sido un país de montaña y no debe considerarse poseedor de una cultura de montaña tampoco.
Esta idea da para largo, pero si una persona tiene la idea de que nuestro país es una especie de líder o que las cosas están mejorando, pues probablemente necesite ir al médico.
PF: ¿Cuál es la motivación para incluir los recuentos de temporada del Anticristo entre los años 2002 y 2012
RF: Su inclusión en el Ajo de Molibdeno no fue obvia y hubo argumentos a favor y en contra porque, desde el punto de vista literario, ciertamente interrumpe el flujo de la lectura.
A veces, estamos hablando de cosas profundas como por ejemplo, el suicidio y de pronto, ¡paf! aparece un recuento de la temporada es un poco como artificial.
Estoy de acuerdo con tal comentario y ante lo cual solo me queda decir dos cosas:
Primero que los recuentos del Anticristo, es decir, el material fuerte del “Ajo de Molibdeno” sí tenía los recuentos, no estoy inventando nada, sólo estoy transparentando lo que siempre fue. Por lo tanto, incluirlos, sería nada más un fiel reflejo de lo que siempre se intentó.
Segundo, y quizás el argumento más importante, es que toda esta información nadie más la ha recuperado; nadie más la ha hecho pública de una manera que le haga honor.
Es historia, es patrimonio, es cultura de montaña que, de no publicarlo en esta ocasión, se pierde o se va a perder.
Entonces, ante tal disyuntiva -entendiendo que esto es un dilema que no tiene solución perfecta- se optó por aquello que contribuye más.
Le damos una salida a la historia de escaladas u ascensos por chilenos en un periodo importante de nuestra vida, para que las generaciones jóvenes puedan, si es que tienen interés, poder documentarse y entender quiénes estuvieron antes que ellos, de conocer cómo lo hacían y también admirarse de aquello porque estamos hablando de actividades súper buenas, también.

PF: En el mismo libro destacas varios aspectos que tocan a quienes deciden desarrollar su vida, o parte de ella, en la montaña ¿es tu objetivo sentar ciertas bases para llevar a cabo una práctica de montañismo como un estilo de vida sustentable para el ser humano?
RF: Yo honestamente, dejando de lado la ironía, creo que estas actividades representan una extraordinaria oportunidad para convertirnos en mejores personas. Por supuesto, algunos individuos recogerán el desafío y tratarán de mejorar, otros continuarán siendo los mismos imbéciles de siempre.
Es en ese contexto, que a veces escribo para todas aquellas personas que por ahí, en la sociedad, están solas o, mejor dicho, no tienen la perspectiva aún necesaria para darse cuenta de lo importante que es practicar estas actividades y sucumbren ante el estrés y la presión de todas las obligaciones que en la vida siempre nos rodean; el dinero, el amor, la oportunidad, el trabajo, el estudio, la salud, el riesgo. Entonces, esas historias que las hay de todo tipo, es una forma de decir: “no estás solo, no eres el único que ha sentido esa pasión. Tranquilo. No te traiciones a ti mismo y todo va a estar bien”.
El libro es acerca de temas que son bastante inspiradores.
PF: En una entrevista que te hicieron en el Centro Cultural Argentino de Montaña, comentas que en Chile estamos a años luz de generar una mejor -o verdadera- cultura de montaña. En tú opinión, ¿qué es lo que le faltaría a los montañistas chilenos para comenzar a desarrollar una cultura óptima?
RF: La cultura de montaña es sólo una expresión más de otras que se reúnen bajo esta gran palabra que es la CULTURA de un país.
Luego, si la cultura de Chile es mala, no podríamos tener expectativas de cómo sería la cultura de montaña.
Esta conversación puede parecer, insisto, un poco académica, pero cuando nos referimos a esto estamos hablando de cosas bien concretas que inciden en la calidad de vida de las personas y su relación con los ambientes de montaña. Por ejemplo: el problema de accesos, el problema de los cobros, el tema de la violencia, el tema de que hoy en día tienes que pedir permiso para subir un cerro y no me refiero al permiso del dueño del supuesto predio o terreno que uno cruza, sino al país.
Tú no puedes hacer lo que quieras, tienes que dejar aviso aquí, aquí y acá y, si no, no te dejan pasar. Y podría seguir…
Entonces no, no tiene remedio. O sea, yo ya tiré la esponja y, cualquier persona que tenga alguna ilusión de mejorar este tema en nuestro país, pues ¡buena suerte!
Pese a lo anterior, no por ello uno va a dejar de hacer aquellas cosas en las cuales cree y yo creo que esta es una actividad positiva para la sociedad, creo que genera muchos beneficios tangibles a todo nivel. Fomentar sus principios ideales, y también dar a conocer sus logros -como es en el caso de los recuentos- al menos le da posibilidad si alguien realmente quiera saber, al menos pueda hacerlo.
No va a ser toda la gente, no va a ser todo el país, pero si hay una alma inquieta por ahí que quiera progresar, mejorar, documentarse, crecer, al menos va a tener el material suficiente para encaminar su vida en la versión que quiera.
PF: ¿Estás pensando en algún próximo proyecto literario?
RF: Sí, efectivamente Pau. En línea con lo que ya hemos ido conversando, esto de que me violenta que las historias se pierdan en el tiempo, tengo algunas que no son pocas y que, por distintas razones, nunca publiqué historias basadas, inspiradas y ocurridas en montaña que deseo poner por escrito. Yo calculo que esto estaría más o menos listo para el final del próximo año en formato de libro.
PF: Y Rodrigo, para ir terminando, cuéntanos ¿Por qué la comunidad de Andeshandbook debería leer “El Ajo de Molibdeno”?
RF: Es importante que los usuarios de Andeshandbook lean mi libro, porque así me puedo comprar un ferrari e irme a Tailandia con una chica bonita.
Otros libros del autor:
BAJO LA MARCA DE LA IRA; relato del último intento de fines del siglo pasado por realizar el primer cruce mundial longitudinal del Campo de Hielo Sur. Solo disponible en formato digital en Apple, Kindle y Android.
Algunas rutas por Campos de Hielo Norte y Sur:



CRÓNICAS DEL ANTICRISTO; compilación con las primeras 100 columnas escritas por el Anticristo, incluyendo las escaladas más importantes realizados por la comunidad nacional de montañistas. Solo disponible en formato digital en Apple, Kindle y Android.
LA ESCLAVITUD DEL MIEDO; historia de las expediciones chilenas en Himalaya (hasta el año 2012) y sus respectivos esfuerzos por sobrevivir a los misterios de la zona de la muerte. Solo disponible en formato digital en Apple, Kindle y Android.
NO ME OLVIDEN; recopilación de todos los accidentes fatales ocurridos en los ambientes de montaña de Chile, por interacción riesgosa, entre los años 1900 y 2019. Disponible en papel (@versalitaediciones) y también digital en Apple, Kindle y Android.
EL AJO DE MOLIBDENO; el regreso del Anticristo, con un trabajo que se inspira en los mejores textos de “Crónica del Anticristo” más otros inéditos. Solo disponible en versión física (@editorialchilenademontana).