Presentación

El cordón de Cantillana se extiende hacia el Sur como límite entre las regiones de O'Higgins y Metropolitana incluyendo algunas cumbres de renombre como el cerro del Chivato y el Poqui. Entre estos dos cerros se encuentran otros cerros menos conocidos como el Toro Negro y la Quisca. Este último también forma parte del cordón de cerros que, hacia el Oeste, está dentro de la poco conocida y menos visitada Reserva Nacional Roblería del Cobre de Loncha. Tal como lo indica el nombre de esta reserva, las laderas del cerro La Quisca también están pobladas por robles de Santiago (Nothofagus macrocarpa) además de una variada vegetación que también incluye la gran mayoría de las especies características del bosque esclerófilo.

La cumbre del cerro la Quisca es posible de ser alcanzada con relativa facilidad desde el portezuelo de la cuesta Doñihue, aproximándose desde el Norte y pasando por un par de antecumbres, o desde la cumbre del cerro Toro Negro, aproximándose desde el Sur. Ambas opciones permiten recorrer un rincón poco conocido de la Cordillera de la Costa y de la mencionada reserva nacional que protege a un interesante ecosistema, cada vez más amenazado y difícil de encontrar en estado natural. Aunque cueste creerlo, en el año 2022 no se encontraba personal de Conaf en la entrada a la reserva, pero sí guardias privados que impedían el ingreso a ella. Afortunadamente, estos guardias, al menos, estaban permitiendo el ascenso de los cerros del Chivato y La Quisca, lo que, por ahora, es la única posibilidad de conocer algo de esta área protegida.

La palabra quisca en Chile hace referencia al cactus quisco (Echinopsis chiloensis) o a alguna cosa con espinas, lo que corresponde a una buena parte de la vegetación presente en este cerro.